Parece que fue hace unos días cuando empezábamos nuestro cole con tanta ilusión, entusiasmo, alegría e incluso nervios de ese primer día… y hoy toca despedirlo. Si alguien nos hubiera contado en el mes de septiembre que en nuestras vidas se iba a producir un tsunami y que íbamos a vivir una “guerra silenciosa” que nos haría estar en casa encerrados y luchar contra un “bicho nuevo” que ataca a cualquier persona y en cualquier lugar del mundo, creo sinceramente, que habríamos pensado que lo que nos estaban contando era el argumento de alguna película o libro de ciencia ficción. Pero por desgracia, ha sido, está siendo y seguirá siendo por algún tiempo, una realidad que nos ha hecho cambiar nuestras vidas cotidianas en todos los sentidos: personal, laboral, social…
Una mañana nos levantamos y vimos cómo nos cambió la vida y cómo tuvimos que sacar adelante un proceso educativo con poca ayuda y adoptando un modelo de educación virtual y a distancia.
Los centros educativos y la mayoría de los lugares de trabajo se cerraron y el país se paralizó. Enseguida comenzaron a plantearse todo tipo de propuestas para poder continuar activos a través del teletrabajo, en los casos que era posible. Concretamente, los maestros y maestras, el alumnado y las familias hemos seguido impartiendo y recibiendo clases y hemos pasado momentos complicados y muy complejos, que cada uno hemos vivido de distinta manera y hemos intentado sacar adelante de la mejor forma posible. En cuestión de horas tuvimos que pasar de un aprendizaje presencial a un aprendizaje remoto y online. Y esto supuso una revolución de la noche a la mañana que ha requerido la adaptación de familias, alumnos y maestros con una gran dosis de improvisación y creatividad, aprendiendo sobre la marcha y con un enorme esfuerzo personal de todos. Tanto familias como alumnos y maestros nos tuvimos que adaptar sin previo aviso a la nueva situación que se nos presentó y hemos seguido adaptándonos día a día intentando gestionar una situación nunca antes vivida.
Muchas familias habéis hecho un enorme y estupendo esfuerzo y trabajo para sacar adelante esta enseñanza-aprendizaje virtual que a todos nos pilló por sorpresa cuando decretaron el estado de alarma. Somos conscientes que ha sido duro y a veces complicado, pero la respuesta ante lo que se os ha planteado ha sido por lo general muy positiva. Habéis desarrollado una valiosa labor durante todo este periodo y un papel importantísimo en el proceso de aprendizaje de vuestros hijos e hijas.
También hay que destacar la labor de las delegadas de padres y madres que durante todo el curso escolar ha sido muy importante para hacer de enlace entre familias y tutores, pero especialmente en este tiempo ha sido fundamental y han llevado en todo momento una excelente conexión para hacer fluir la información entre familias y tutor o tutora. Han sido una pieza clave para conexionar ambas partes y gracias a ello se ha podido trabajar coordinadamente. Pienso sinceramente que hemos salido bastante airosos del enorme reto planteado y eso es solo gracias al trabajo y esfuerzo de cada uno.
Y de nuestro alumnado ¿qué decir? Pues que han sido también unos auténticos superhéroes y que muchos de ellos han hecho un gran esfuerzo durante todo este confinamiento para seguir haciendo sus tareas, seguir aprendiendo y trabajando desde casa. Una gran mayoría no se ha rendido pese a todas las dificultades que hemos tenido, y eso sólo se puede hacer siendo un superhéroe o una superheroína.
Nosotros como maestros y maestras también hemos intentado hacer nuestro trabajo de la mejor manera posible con lo poco que nos quedó. Seguro que hemos cometido errores y habrá que trabajar para enmendarlos; pero muchos de nosotros nos hemos dejado la piel en esto intentando llevar la escuela “on line” lo mejor que hemos podido.
Ha sido una situación difícil para todos y cada uno desde nuestro lugar hemos intentado y seguimos intentando vivir este difícil momento con mucha fuerza, esperanza, paciencia, calma… pensando en que esto también pasará y volveremos a una normalidad. Aunque en el camino nos hemos dejado muchas emociones no vividas, muchos sentimientos no compartidos, muchas experiencias no disfrutadas… que esperemos poder compartirlas en el curso que viene.
Hay que decir también que las clases virtuales no son comparables a las clases presenciales, y así lo sentimos todos y cada uno de los maestros y maestras, nos falta el calor y el afecto de nuestros niños/as y eso ninguna pantalla lo podrá reemplazar jamás. Somos muchos los docentes de corazón que hemos intentado hacer de esta desgracia la cura para muchos alumnos y familias y seguiremos trabajando en ello.
Para finalizar, deciros que el curso ya lo hemos terminado y nos quedamos con una experiencia vivida y sentida intensamente, que a cada uno de nosotros/as nos ha marcado de una u otra forma. Ya sólo me queda desearos a todos/as que afrontemos estas vacaciones con alegría y felicidad, que aprendamos que la vida SIEMPRE NOS SORPRENDE y que debemos estar preparados/as para vivir esas sorpresas, sean del tipo que sean, de la forma más positiva posible.
Y queremos terminar con una frase o cita inspiradora que tiene el poder de mantenernos firmes en tiempos difíciles:
“LA VIDA NO SE TRATA DE ESPERAR A QUE PASE LA TORMENTA,
SE TRATA DE APRENDER A BAILAR BAJO LA LLUVIA”.
(Vivien Greene)
¡¡FELIZ VERANO Y FELIZ DESCANSO!!
